El trabajo de transportista internacional de mercancías es una profesión en auge. Las ofertas de trabajo son numerosas, pero requiere profesionales muy cualificados. No en vano, las mejores empresas de transporte del país solicitan, además de contar con las licencias y la experiencia adecuada, a personas extremadamente responsables. Las empresas de miden especialmente que su tasa de incidencias sea mínima y que se garantice la puntualidad y el compromiso con el cliente al cien por cien. El buen transportista es aquel capaz de cumplir con los plazos de entrega y que los pedidos lleguen en perfectas condiciones: esa es la clave para mantener la reputación. Por eso, el transportista tiene que ser fiable.

El aumento de las ofertas de trabajo que solicitan transportistas internacionales se debe al aumento del comercio que conlleva, consecuentemente, un incremento del trasporte. No en vano, el trasporte por carretera es el medio más utilizado en toda la Unión Europea.
En España, el trasporte por carretera es también el sistema hegemónico por excelencia, ya que gran parte del comercio se realiza con países del continente europeo. Europa es uno de los continentes con la red viaria más desarrollada seguida de América del Norte.

Las características más destacadas del transporte por carretera internacional que han propiciado su expansión son, fundamentalmente: su poder de penetración, ya que es el único medio de trasporte capaz de realizar un servicio door to door; su flexibilidad: es la capacidad de trasportar diferentes tipos de cargas; la rapidez, por su facilidad de carga/descarga y la libertad de horarios; su coordinación con otros medios de trasporte; y su adaptación que permite adaptar el trasporte a los procesos logísticos de cada empresa y facilitar este tipo de tareas, como por ejemplo el Just in Time.

Marco jurídico del trasporte por carretera
Un transportista internacional de mercancías debe conocer la normativa vigente sobre el transporte por carretera. Las leyes fundamentales en tal sentido son tres: la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres (LOTT); el Reglamento de Ordenación de Transporte Terrestre (ROTT) y la Ley 15/2009 del Contrato de Transporte Terrestre de Mercancías.
La LOTT sirve para adaptar toda la jurisprudencia sobre transporte terrestre a los requerimientos de la Unión Europea. Por ello se aprueba una ley local que regula el transporte por ferrocarril y carretera.
En el ROTT se lleva a cabo la concreción de los principios y reglas contenidas en la LOTT.
Y la Ley 15/2009, del Contrato de Transporte Terrestre de Mercancías tiene por objeto actualizar el régimen jurídico del contrato de transporte terrestre de mercancías tanto al transporte por carretera como por ferrocarril.
También es importante conocer el Convenio internacional TIR que regula los transportes que tienen como destino Estados que no son miembros de la Comunidad, con el objetivo de facilitar el tránsito sin despacho de aduanas en los países de tránsito.