Entrevista a Emma Prieto, autora del libro de cuentos Escamas en la piel

«Me conmueve la fragilidad humana»

Emma Prieto nació en Madrid. Licenciada en Ciencias de la Educación, ha impartido talleres de cuentacuentos en diversos colegios de Educación Primaria y ha realizado actividades como cuentacuentos para adultos en librerías y bibliotecas. Su primer libro de relatos fue Extravíos. Acaba de publicar el segundo, Escamas en la piel, en la editorial Adeshoras, con ilustraciones de Libertad Ballester.

Emma Prieto, autora de ‘Escamas en la piel’.

En la mayoría de los relatos que componen Escamas en la piel, la frontera entre lo real y lo ficticio es difusa. ¿Piensas que esta división es más una convicción que una certeza?
Leyendo a Borges, Cortazar, Felisberto, Ítalo Calvino…, nos dimos cuenta que la frontera entre lo real y lo ficticio es estrecha; por eso me gusta probar a difuminarla e invitar al lector a que dude y pruebe él también porque ¿qué es exactamente lo real?

Citas en tus relatos a varios escritores (Chéjov, Dickinson…), e incluyes algunas reflexiones metaliterarias; ¿con qué intención?
Por una parte son escritores con los que me siento en deuda y que, por supuesto, me han influido. Lo que me ocurrió con Emily Dickinson fue, además, curioso ya que, al llamarse la protagonista del relato Emilia, Emily D. surgió un día a mi lado mientras escribía, lo que demuestra precisamente lo difuso de la frontera entre lo real y lo ficticio, de lo que hablábamos en la pregunta anterior.
La metaliteratura me interesa justo por lo que tiene de realidad dentro de la ficción; leer a Clarice Linspector me proporcionó libertad para atreverme de pronto a interrumpir la narración para aclarar algo o interpelar al lector, por ejemplo.

¿Qué amenaza rodea a tus personajes?
La amenaza que rodea a mis personajes es la misma vida. Me conmueve la fragilidad humana. Vivir, me parece, consiste en hacer equilibrios con la amenaza (y el temor) de que, en cualquier momento, podamos caernos.

Como en el caso del Jonás de tu cuento «Ecos»: ¿la leyenda, el mito y el cuento comparten la misma materia?
Los mitos, las leyendas y los cuentos forman parte de nuestra educación y comparten la necesidad de contar para, tal vez, intentar explicarnos el mundo. Lo que distingue al cuento de los otros dos, creo, es la intervención de un narrador que es el encargado de relatar la historia y crear la voz de los personajes.

Tal y como indica la protagonista de tu relato «Submarinista sin botella», ¿prefieres los finales tenues, abiertos; a los finales circulares, cerrados?
Pues, efectivamente, he tenido una evolución. Cuando comencé a escribir era más de finales cerrados, me parecía que el cuento quedaba más redondo. Pero ahora prefiero justo eso, finales tenues, abiertos, ofreciéndole así al lector la posibilidad de completarlos (o no).

¿Cuáles son para ti los elementos esenciales en un relato literario?
Pues la verdad es que no sabría definir los elementos esenciales de un relato pero lo que sí me parece imprescindible es encontrar la voz y, una vez encontrada, ser capaz de no perderla.
Para responder a esta pregunta me gustaría citar a Eloy Tizón que en su artículo Postcuento dice: «Los cuentos que aún merecen la pena tienden a ser desabrochados, excesivos y con algo de febrícula. Desafían las normas clásicas, las invierten». De acuerdo, pues, con Tizón no encuentro elementos esenciales en un relato pero lo que sé es que me parece imprescindible encontrar la voz y, una vez encontrada, ser capaz de no perderla.

Ilustración de Libertad Ballester para el relato «Resurrecciones» de Emma Prieto. Ed. Adeshoras 2018

Has impartido talleres de cuentacuentos en colegios de Educación Primaria y en bibliotecas y librerías. ¿Qué enseñas en estos talleres?, ¿qué supone la actividad de cuentacuentos?
Agradezco enormemente la posibilidad que he tenido de realizar labores de cuentacuentos en colegios porque he visto la ilusión y las ganas que tienen los niñ@s de escuchar cuentos, relatos, historias, su capacidad de asombro y de participación. Es una actividad que supone una motivación importante hacia la lectura, potencia la imaginación y ayuda a crear lazos.