Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image

¡Zas! Madrid | March 29, 2024

Scroll to top

Top

No Comments

'Invitación al tiempo explosivo. Manual de juegos', de Julián Lacalle y Julio Monteverde, ilustrado por Arnal Ballester - ¡Zas! Madrid

‘Invitación al tiempo explosivo. Manual de juegos’, de Julián Lacalle y Julio Monteverde, ilustrado por Arnal Ballester
Emilia Lanzas

El juego como antítesis del trabajo

Invitación al tiempo explosivo. Manual de juegos de Julián Lacalle, editor de Pepitas de Calabaza, y Julio Monteverde, ensayista y poeta, ilustrado por Arnal Ballester, incita a sentir la utopía y la no previsibilidad, a habitar la libertad y la poesía en acción

Invitación al tiempo explosivo, de la editorial Sexto Piso , recoge numerosos juegos que sirven para vivir el tiempo (no para matarlo, como en el caso de los entretenimientos institucionalizados o al uso); juegos cuya dinámica permiten «experimentar el placer de estar vivo de manera luminosa» y cuyo «paradójico recurso al azar que se manifiesta en la experiencia lúdica no revela sino la necesidad de desestabilizar el mundo… »; tal y como apuntan Julián Lacalle y Julio Monteverde en la introducción.

El juego es un hecho cultural, como ya determinó Johan Huizinga en su Homo ludens; una fuente de creación espontánea; una actividad que se caracteriza por ser libre, separada de la realidad, incierta, improductiva, reglamentada y ficticia, según dictaminó Caillois.

Los juegos aquí recogidos han sido creados y practicados por Grupos Surrealistas de diferentes países, por el movimiento Fluxus, por la Internacional Situacionista, por el Instituto de Transición Rompe el Círculo de Móstoles, por Industrias Mikuerpo, por el colectivo Huérfanos Salvajes o por personas como Tristan Tzara, Georges Perec, André Breton, Paul Éluard, Raymond Roussel, Pierre Minet, Guy Debord, Julio Hontana, Julio Cortázar, Paco Madrid o Carol Dunlop; entre otros.

Cada juego viene definido por su nombre y por sus reglas; a estas se les añade un texto que define su identidad: ¿quién lo ideó?, ¿cuándo se jugó?, ¿quiénes y dónde lo jugaron?, ¿cómo se ha documentado su existencia? Y la referencia bibliográfica, si existe. Asimismo, los juegos se clasifican en juegos individuales —destacamos Para hacer un poema dadaísta—, juegos de exterior; juegos colectivos —tal vez la esencia del juego, por su carácter de hermandad; hermosos los juegos Potlatch de los viajeros del tiempo o La visión extrarretiniana—, juegos con el lenguaje, juegos en la ciudad y juegos con imágenes.

Desde los muy famosos juegos surrealistas como el del Cadáver exquisito o el situacionista La deriva, que se sitúan en la Francia de los años 30 y 50, a otros recién inventados y practicados en las ciudades españoles, como es el caso del juego El principio de una visión realizado en 2005, en Santander, por Noé Ortega y Vicente Gutiérrez Escudero o El efecto comillas llevado a cabo por la poeta Ina Olvera, en Madrid, en 2007.

En todos los juegos recogidos en Invitación al tiempo explosivo los valores estéticos de los resultados son secundarios, tampoco existe ningún tipo de competitividad. No tendría sentido. Lo importante es jugar. Gozar de esos «comportamientos lúdico-constructivos»; crear realidades al margen de la lógica, del sistema consciente y de la razón. Por eso este libro se define como un manual, es decir, como un principio de acción.

————————————————-

Print Friendly, PDF & Email

Submit a Comment

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies