Más de 6,5 millones de contribuyentes ya no marcan ninguna de las dos casillas

Si no se señala ninguna casilla en la declaración de la renta, todos los impuestos quedan en una hucha común, lo que permite que se utilicen para gastos generales y no para entidades e intereses particulares.

Ha comenzado la campaña anual de Declaración de la Renta-IRPF. Europa Laica recomienda que no se marque ninguna de las dos casillas: ni la de la Iglesia católica (IC), ni la de Fines Sociales (FS). De esta manera, el dinero que se ingresa, en el caso de no haber marcado ninguna casilla, queda íntegro en los PGE (Presupuestos Generales del Estado), mientras que los ingresos de quien ha marcado alguna o ambas casillas no quedan íntegros en los PGE, sino en una cantidad menor (el 0,7% si solo se hubiera marcado una casilla, o el 1,4%, si se marcan las dos).

Por tanto, quienes marcan alguna de las casillas reducen su aportación al erario público, al Estado, destinada a gastos generales comunes a todos, tales como la educación, la sanidad, las infraestructuras, etc. Son más de 550 millones de euros los que anualmente se detraen de las arcas públicas a través de la Declaración.

Por qué no a la Iglesia Católica
La Iglesia católica afirma: «marcando esta casilla ayudas a la labor asistencial que hace la Iglesia». Lo cual, según Europa Laica, no es cierto, ya que los aproximadamente 250 millones anuales que la Iglesia viene recaudando no los dedica a la labor asistencial, ni a fines benéficos sino que, según datos de la propia Conferencia Episcopal Española, son destinados para mantener en un 75% los sueldos y Seguridad Social de sacerdotes y obispos, un 23% para gastos generales, lo que incluyen las campañas eclesiales de proselitismo y publicidad, de financiación de sus medios de comunicación, incluida 13TV, o el montaje de campañas antiaborto, homófobas y contra derechos civiles.
Tan solo unos 6,2 millones (el 2,5 %), son los que la Iglesia dedica a Cáritas, organización que nutre su presupuesto por otras vías, principalmente donaciones privadas y subvenciones de otras administraciones públicas. Por lo que, según Europa Laica, la caridad asistencial de la Iglesia no tiene nada que ver con el IRPF, aunque se falsee de forma interesada en su publicidad.
Para Europa Laica, «la Iglesia católica no debe financiarse a costa de detraer recursos de la hucha común».

Por qué no a Fines Sociales
La casilla de los Fines Sociales se incorporó a la par que la casilla a la Iglesia católica para evitar que solo figurara la opción de beneficiar a la Iglesia en un Estado que se proclama aconfesional.
Además, las personas que marcan esta opción animadas por la solidaridad, no tienen control alguno del destino final de ese 0,7%. Debe tenerse en cuenta que de los, aproximadamente, 300 millones anuales que recaudan por esta casilla, el 30-35% va a parar a ONG que están relacionadas de una u otra forma con la Iglesia Católica.
Otra razón clave relacionada con esta casilla es que la cantidad que se recauda para Fines Sociales no es razonable que dependa de la arbitrariedad de cuántos contribuyentes marquen o no la casilla FS, ni del nivel de renta de los que la marquen. Por contra, Europa Laica opina que los Fines Sociales, que deben estar cubiertos, deben formar parte de una política de Gobierno fijando partidas específicas en los Presupuesto Generales del Estado para cubrir los mismos.
Dejar los Fines Sociales dependientes del IRPF supone, por otra parte, delegar en los contribuyentes una función que le compete al Estado de garantizar la solidaridad y los servicios sociales. Esta casilla es una forma soterrada de privatización y externalización a entidades privadas de lo que puede denominarse como el mercado de la caridad, en lugar del de la justicia social. Porque, como indica Europa Laica, «las políticas neoliberales se meten por todas las rendijas».