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¡Zas! Madrid | March 19, 2024

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'El decrecimiento supone trabajar, consumir y contaminar menos, y por eso seremos más felices' - ¡Zas! Madrid

‘El decrecimiento supone trabajar, consumir y contaminar menos, y por eso seremos más felices’
Emilia Lanzas

Julio García Camarero es doctor en Geografía por la Universidad de Valencia, Ingeniero Técnico Forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, exfuncionario del Departamento de Ecología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT. Ha publicado medio centenar de artículos en revistas científico-técnicas, nacionales y extranjeras, algunos capítulos en libros sobre Medio Ambiente y tres publicaciones de divulgación técnica sobre desertificación. Actualmente es miembro de Ecologistas en Acción.

En la editorial Catarata tiene publicado El crecimiento mata y genera crisis terminal, El decrecimiento feliz y el desarrollo humano y El crecimiento mesurado y transitorio en el Sur.

«La Unión Europea ha asignado a España un papel subsidiario de mano de obra barata. Un papel que en plano humorístico podríamos decir que es un papel de PAZ. En el año 1964 el entonces ministro franquista, Manuel Fraga Iribarne, para celebrar el 25 aniversario del franquismo, lanzo su eslogan “25 años de PAZ”. Como protesta de la oposición antifranquista (“Francotiradores” se decía entonces) apareció un chiste que decía: “Si de PAZ: Para Alemania Zumbando”. O sea, que podemos decir que hoy estamos volviendo como en los tiempos del más crudo franquismo».

Julio_Garcia_Camarero

 Frente al desarrollismo propugnas el decrecimiento feliz, ¿qué supone?

Para hablar de decrecimiento feliz primero tenemos que saber qué es el crecimiento económico “feliz” (falsamente feliz). Es la acumulación, por parte de unos pocos, de la riqueza, producida a partir del agotamiento de los recursos del planeta, y a partir de la explotación y el empobrecimiento de muchas personas.

Este tipo de crecimiento solo es indispensable para los explotadores y los especuladores pero, para la inmensa mayoría de la población, este tipo de crecimiento es perjudicial y rechazable. Además produce una serie de efectos deterioradores, como son: enajenación e insatisfacción consumista, y en consecuencia infelicidad; padecimiento de infinidad de horas de trabajo enajenado-asalariado; agotamiento de los recursos del planeta; contaminación de los suelos, de las aguas y del aire, y cambio climático.

Y ahora sí que podemos abordar qué es el decrecimiento feliz: es la redistribución de la riqueza del planeta entre todos. Y además,  que los trabajadores trabajen menos, consuman menos, contaminen menos y que por eso sean más felices. Pero es que existe más de un tipo de decrecimiento. Al menos dos: decrecimiento infeliz  es el de los recortes, el del paro, el de las reformas etc., pero que supone un crecimiento para una minoría oligárquica.

Decrecimiento feliz y sostenible, que es el del consumo en lugar del consumismo, el de los bienes relacionales (única salida posible).

Habría que hablar también de cuáles son los objetivos del decrecimiento feliz, podíamos decir que fundamentalmente dos: salir del consumismo asesino y llegar a un consumo responsable y sano, y lograr un desarrollo humano y la felicidad.

Y por último hay que hablar de cuáles son los instrumentos se puede lograr el decrecimiento feliz. El decrecimiento feliz se obtendrá, de acciones múltiples y muy diversas, desde la base (eco feminismo, agro ecología, agricultura urbana, transición, el trueque, el dinero social, etc.). Es decir, como dicen los indígenas andinos, gente pequeña haciendo cosas pequeñas, en sitios pequeños pueden cambiar el mundo.

 ¿Estamos preparados para decrecer?

Queramos o no vamos a decrecer. El último libro sobre decrecimiento que estoy terminando de escribir lleva como título El decrecimiento infeliz también existe, y lleva como subtitulo: (pero el decrecimiento feliz es posible y urgente conseguir). Es decir, queramos o no, vamos a pasar a un decrecimiento económico, inevitable, porque los recursos del planeta ya no dan para seguir creciendo; y además, el cambio climático amenaza con ser irreversible y apocalíptico en unos pocos lustros. Y esto es algo no trivial, sino que lo corrobora nada menos que la NASA.

En cuanto si estamos preparados para decrecer, creo que no mucho, porque desde que nacemos, por la televisión, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, etc., nos incrustan en el cerebro, cada vez más, el chip del consumismo-productivismo.

Pero una cosa es que no estemos preparados, y otra cosa es que cada vez sea más imperioso estarlo. Es una labor difícil, tal vez utópica, pero no imposible, y creo que, pese a todo, cada vez estamos abriendo más los ojos. En definitiva se trata de decrecer de forma salvaje e injusta (sobre todo la oligarquía abusiva) o decrecer felizmente según decrecimiento equitativo y que respete la naturaleza.

¿Crees que el capitalismo ha inventado la crisis para someter totalmente al trabajador y acabar con el Estado de bienestar?

El 15-M lanzó en sus asambleas y sus manifestaciones muchos gritos sabios, de sabiduría popular. En el último libro de mi trilogía sobre el decrecimiento, muestro en un apéndice más de 200 gritos del 15–M y uno de los gritos que me parecieron más acertados fue el de “Esto no es una crisis, es una estafa”, y prueba contundente de que es así se muestra en la tabla adjunta en donde además se evidencia que el decrecimiento infeliz se genera partir del crecimiento de la oligarquía.

La obsolescencia programada o planificada es una de las herramientas básicas del productivismo desaforado. ¿Qué la fomenta y como se podría combatir?

La fomenta lo que Stiglit llama los “fundamentalistas del mercado”. En el segundo libro de mi trilogía decrecentista El decrecimeiento feliz y el desarrollo humano, digo textualmente: “Y, por si fuera poco, los fundamentalistas del mercado, para reforzar este consumismo innecesario debido al escalonamiento de la salida de las innovaciones, se han inventado lo que se llama la obsolescencia planificada. Y aquí no se trata de presentar de forma forzada un «nuevo artículo» comercial ni tampoco de provocar ese seudodeseo de satisfacer una seudonecesidad a partir de un nuevo seudosatisfactor, sino de un acortamiento planificado de la vida útil de cada aparato lanzado al mercado”.

¿Cómo se puede combatir? Será una tarea a desarrollar en la lucha decrecentista, pero para ello es condición indispensable salirse de este sistema capitalista, consumista –productivista.

Expones el final de la globalización impuesta por los EEUU y auguras la llegada de la hegemonía china. Ante esta tesis, ¿qué papel está jugando ahora Obama? ¿Qué cambios se efectuarán en el orden actual con China a la cabeza?

Estamos viviendo unos momentos históricos de profundos cambios sociales y económicos. Estamos asistiendo al imparable desplome del sistema capitalista tanto en Occidente (encabezado por EEUU) como en Oriente (encabezado por China). Esto está por venir, pero puede sobrevenir en un futuro muy próximo y aunque no sin graves y muy catastróficos efectos.

Desastres entre los que principalmente puede considerarse una Cuarta Guerra Mundial protagonizada principalmente por una entelequia inventada por los EEUU e Israel, que la han dado en llamar Estado Islámico. Que más que una realidad parece no sé si salido de una película de James Bond o de un cuento de Las Mil y Una Noches. Según recientes declaraciones de Fidel Castro (quien suele estar muy bien informado): “La creación del Estado Islámico se debe al senador norteamericano Mc Cain y al Mossad Isrealita”.

Pero según mi opinión, con el beneplácito de Obama. Y Obama no es más que lobo blanco cubierto con la piel de una oveja negra y que además está manipulado por el lobby judío de EEUU. Obama, por ejemplo, ha utilizado y causado muertes por dron entre unas 8 y 10 veces más que Busch.

 En cuanto a China, es cierto que, en crecimiento económico, en industrialización y en contaminación atmosférica, ya ha aventajado a EEUU, pero además es que China es acreedora del país con mayor deuda del mundo: EEUU. Pero no es solo China quien está compitiendo con EEUU, sino que también lo hace el bloque emergente denominado BRICS (Brasil, Rusia, India, China, y Sud África), que solo es emergente en crecimiento y acumulación capitalista pero que pronto sucumbirá como sucederá como todo el sistema capitalista.

Defiendes que la tercera Guerra Mundial ya ha existido, ¿podríamos explicarla? ¿Estamos en la cuarta?

Es cierto que podríamos estar a las puertas de una Cuarta Guerra Mundial. En realidad el capitalismo se nutre de las guerras, les son indispensables.

Por tanto, la Segunda Guerra Mundial nunca terminó del todo, se mantuvo latente como Guerra Fría que convivía con continuos conflictos armados, Guerra de Corea, Guerra de Vietnam (aparte de que los conflictos en si siempre le son indispensables al capitalismo y la industria y tráfico de armas). Pero es que en los años 90 surgió lo que muy bien se puede llamar una Tercera Guerra Mundial, la Guerra del Coltán (en ella participaban nueve países). Vamos a ver, la Segunda Guerra Mundial ocasionó 50 millones de muertos en 5 años (22 de ellos en la Unión Soviética), pero la Guerra del Coltán (tan ignorada por las masas del norte, que saben lo que es un móvil, pero no tiene un idea de que es el coltán) se produjeron 10 millones de muertes en 10 años (4 millones en solo un año).

Es verdad que el número de muertes en esta última es cinco veces menos que en la Segunda Guerra Mundial, pero supone un número suficiente para considerarla una guerra mundial, y más aún si tenemos en cuenta que en ella participaron 9 potencias ávidas del Coltan, mineral indispensable para la fabricación de teléfonos móviles, que es un producto que poco años después lo han comprado más de 3.000 millones de consumidores. Fue una guerra mundial en la que se disputaba el mayor negocio del siglo XX y principios del siglo XXI. También fue una guerra profundamente silenciada por los medios de comunicación (tengamos en cuenta que el 90% de estos medios está en manos de 6 de empresas judías). Al crecimiento económico capitalista no le interesaba que se conociera la existencia de esta guerra. A lo sumo se la presentó como una especie de “merienda de negros” de enfrentamientos tribales.

Actualmente hay conflictos en Ucrania, en Gaza, en Libia, en Mali, en la República Centro africana, en Afganistán, en Irak, en Sudán del Sur, en Somalia, en Siria ¿qué intereses hay detrás de estas guerras?

Como acabo de mencionar, las guerras son indispensables para el capitalismo, así como lo es el aire para nuestra supervivencia. De varios de los conflictos que mencionas tengo escritos artículos, sobre Libia , Afganistán e Irak . En cuanto a intereses, se pueden citar la sobrevivencia del capitalismo, la hegemonía del imperio y también lo que yo llamo las guerras del petróleo (tal vez, las más evidentes de este tipo fueron las de Libia e Irak). Como dice el Roto: “Por las guerras se sabe dónde está el petróleo”.

Pero en la actualidad casi más importante que el petróleo (aunque se trate de un tema agónico para el capitalismo) sean las guerras en defensa de la hegemonía, principalmente las que tienen lugar en Oriente Medio. Sobre todo la de Siria y Ucrania originadas para generar un potente cerco bélico en contra del bloque euro asiático (Rusia, China e India) las cuales están en desarrollo y crecimiento económico no solo compitiendo sino dejando atrás  a la economía del súper bloque occidental (principalmente los EEUU, la UE e Israel) y parece que el EI es un mero pretexto para la intervención de multitud de países en una gran guerra.

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