●El crecimiento económico sigue defraudando y es inferior al esperado. Esto dibuja un cuadro inquietante para la economía mundial y su capacidad de crear empleos suficientes y de calidad

●El número de trabajadores que ganan menos de 3,10 dólares al día aumentará en más de 5 millones durante los próximos dos años en los países en desarrollo

Una organización tan poco sospechosa de «populismo» como la Organización Internacional del Trabajo, OIT, Agencia especializada de las Naciones Unidas, acaba de publicar en su Informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, que el desempleo mundial aumentará en 3,4 millones en 2017, que el crecimiento económico será bajo y que persistirán los déficits de trabajo justo («decente», lo llama el Informe). Datos que desmienten los buenas augurios de los Gobiernos para este año.

Según esta organización, en 2017 se prevé que el número de personas desempleadas a nivel mundial se sitúe en más de 201 millones –con un aumento previsto adicional de 2,7 millones en 2018–, ya que el ritmo de crecimiento de la fuerza de trabajo supera al de la creación de empleo.

«Estamos enfrentándonos a un doble desafío: reparar los daños causados por la crisis económica y social mundial y crear empleos de calidad para las decenas de millones de personas que cada año se incorporan al mercado laboral», señaló el Director General de la OIT, Guy Ryder. «El crecimiento económico sigue defraudando y es inferior al esperado, tanto en su nivel como en su grado de inclusión. Esto dibuja un cuadro inquietante para la economía mundial y su capacidad de crear empleos suficientes, mucho menos empleos de calidad. La persistencia de un alto nivel de formas de empleo vulnerable, asociada a una evidente falta de progresos en la calidad de los empleos –incluso en países donde las cifras agregadas están mejorando–, es alarmante. Debemos garantizar que las ganancias del crecimiento sean compartidas de manera inclusiva», agregó.

«De hecho, en los países emergentes casi uno de cada dos trabajadores ocupa un empleo precario, y en los países en desarrollo, más de cuatro de cada cinco trabajadores», declaró Steven Tobin, economista de la OIT y principal autor del Informe.

Tendencias regionales contrastantes
Los desafíos del desempleo son particularmente graves en América Latina y el Caribe, donde las cicatrices de la reciente recesión tendrán un importante efecto de arrastre en 2017, así como en África Subsahariana, que registra su nivel de crecimiento más bajo en dos décadas. Ambas regiones enfrentan un fuerte aumento en el número de individuos en edad de trabajar.

Por el contrario, el desempleo debería disminuir en 2017 en los países desarrollados reduciendo su tasa a 6,2 por ciento (frente a 6,3 por ciento). Pero el ritmo del progreso está desacelerando y hay señales de desempleo estructural. En Europa y América del Norte, el desempleo de larga duración sigue siendo obstinadamente alto en comparación con los niveles anteriores a la crisis y, en el caso de Europa, sigue ascendiendo a pesar del descenso de las tasas de desempleo.

Aumento  del descontento social
Otra tendencia importante destacada en el Informe es que la reducción en la pobreza de los trabajadores se está desacelerando, comprometiendo la perspectiva de erradicar la pobreza como establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas . El número de trabajadores que ganan menos de 3,10 dólares al día aumentará en más de 5 millones durante los próximos dos años en los países en desarrollo.

Al mismo tiempo, el Informe advierte que la incertidumbre mundial y la falta de empleos decentes, entre otros factores, alimentará el malestar social y la migración en muchas partes del mundo.